La oficina del gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dio este lunes luz verde a la fiscal general del estado, Letitia James, para que investigue las acusaciones de acoso sexual vertidas por dos mujeres contra el político demócrata.
James anunció que ha recibido una carta oficial que da a su equipo «la autoridad para avanzar en una investigación independiente sobre las denuncias de acoso sexual presentadas contra el gobernador Cuomo».
«Esta no es una responsabilidad que tomamos a la ligera, ya que las denuncias de acoso sexual deben tomarse siempre en serio. Como se indica en la carta, al término de la revisión, las conclusiones se divulgarán en un informe público», señaló la fiscal en un comunicado.
El anuncio llega después de que el domingo James se manifestase en contra de una propuesta de Cuomo, que había sugerido que una antigua jueza federal se encargase de la investigación, y subrayase que la ley establece que sea su oficina la que se haga cargo de este tipo de casos.
El gobernador neoyorquino ha sido acusado recientemente por dos antiguas asistentes, que aseguran que el político las acosó cuando trabajan con él.
La primera denuncia fue de Lindsey Boylan, antigua asesora de Cuomo y actual candidata a presidenta del condado de Manhattan, quien aseguró que este la acosó en varias ocasiones entre 2016 y 2018, llegando a darle un beso no solicitado en los labios.
A sus acusaciones se sumaron este fin de semana las de Charlotte Bennett, que fue asesora de políticas de salud hasta el pasado noviembre y que dijo a The New York Times que el gobernador le preguntó si era monógama y si alguna vez había tenido relaciones con hombres mayores.
La exasesora, de 25 años, dijo que el gobernador, que tiene 63 años, le indicó que estaba abierto a mantener relaciones con mujeres de su edad, lo que ella interpretó como claras propuestas para una relación sexual.
«Comprendí que el gobernador quería acostarse conmigo y me sentí terriblemente incómoda y asustada y me preguntaba cómo iba a salir de eso y asumí que era el final de mi trabajo», dijo Bennett al diario.
Cuomo, hasta ahora, ha negado las acusaciones de acoso, pero el domingo se disculpó públicamente, asegurando que «algunas cosas» que dijo «pudieron malinterpretarse como un flirteo indeseado».
El político señaló que acostumbra a hacer chistes y comentarios jocosos con sus colaboradores y apuntó que, ahora, es consciente de que dado su cargo algunos de ellos pueden resultar demasiado personales o poco sensibles.
«En la medida en que cualquiera se haya sentido así, de veras lo siento», señaló Cuomo en un comunicado, en el que recalcó que nunca ha tocado a nadie de manera inapropiada.
Este lunes, sin embargo, Bennett subrayó que el gobernador sigue sin «reconocer o asumir responsabilidades por su comportamiento depredador» y animó a otras mujeres con experiencias similares con él a denunciar.
Las acusaciones han dejado al popular Cuomo en una complicada situación política, con algunos miembros de su partido urgiendo a que sea investigado a fondo o pidiendo su renuncia.
EFE