Elon Musk anunció el martes que dos de sus empresas, X y SpaceX, trasladarán su sede de California a Texas como respuesta a una nueva ley de identidad de género que entrará en vigor en California, en medio de la larga disputa del multimillonario con el gobernador del estado, Gavin Newsom, según explica el Financial Times.
El lunes el demócrata Newsom firmó un proyecto de ley que prohíbe en los distritos escolares de California revelar información sobre la orientación sexual o la identidad de género de los estudiantes a sus padres, con la idea de evitar la "salida forzada" de el armario de estos estudiantes. Musk, que anteriormente ha provocado controversia con sus declaraciones públicas sobre las personas transgénero, ha declarado que la decisión de Newsom de firmar la legislación es "la gota que colma el vaso".
"Debido a esta ley ya las muchas otras que la precedieron, que atacan tanto a familias como a empresas, ahora SpaceX trasladará su sede de Hawthorne, California, a Starbase, Texas", publicó Musk a X, su plataforma de redes sociales. La sede de X también se trasladaría a Austin, añadió en una publicación posterior.
Las polémicas de Musk
Es el último de una serie de movimientos de Musk para reubicar a sus empresas por su insatisfacción con las políticas u operaciones estatales. Musk ya sondeó el traslado de SpaceX a Texas después de que un tribunal de Delaware anulase el pago récord de 56.000 millones de dólares de Tesla al empresario. También trasladó la sede de su empresa de implantes cerebrales Neuralink de Delaware a Nevada. Los accionistas de Tesla, la empresa de vehículos eléctricos que dirige Musk, aprobaron su propuesta de llevar a la empresa a Texas el mes pasado.
Musk se ha vuelto cada vez más activo a la hora de opinar sobre la política electoral estadounidense en los últimos meses. Anteriormente, había votado a candidatos demócratas, pero durante el fin de semana avaló formalmente al expresidente Donald Trump, el candidato a la presidencia republicano, y se prepara para hacer donaciones a su campaña presidencial del 2024, según explica el FT.
La salida de dos grandes empresas tecnológicas marcaría una pérdida para el ecosistema de Silicon Valley en medio del creciente desencanto de muchas élites del sector, ante lo que ven como una política local caótica, una regulación restrictiva y un aumento de la delincuencia y el sinhogarismo especialmente en San Francisco. Por el contrario, ha habido un aumento de las reubicaciones de sus sedes corporativas en Texas en los últimos años, ya que las empresas se ven atraídas por la baja regulación y bajos impuestos del estado.
Con información de Ara