Estados Unidos estima que entre 2.000 y 4.000 soldados rusos han muerto en combate desde que comenzó la invasión rusa de Ucrania y prevé que las próximas semanas de guerra serán «muy duras».
El dato lo dio el director de Inteligencia del Pentágono, general Scott Berrier, durante una comparecencia de los representantes de las principales agencias de inteligencia del país ante un comité de la Cámara Baja de Estados Unidos.
Preguntado sobre el número de bajas rusas, Berrier dijo que entre 2.000 y 4.000 soldados rusos habrían muerto, aunque admitió «baja confianza» en esta cifra porque procede de varias fuentes de inteligencia y de información pública.
La semana pasada, el Ministerio de Defensa de Rusia informó de 498 bajas en las filas rusas.
El general opinó que la invasión rusa de Ucrania estuvo «mal planeada», dado que el Kremlin no movilizó el «apoyo logístico» necesario para alcanzar su objetivo de ocupar el país rápidamente.
Por su parte, el director de la CIA, William Burns, consideró que el presidente ruso, Vladímir Putin, está «enfadado y frustrado» porque esperaba controlar Kiev en dos días, pero «después de casi dos semanas, todavía no han podido rodear completamente la ciudad».
Por ello, predijo «unas próximas semanas muy duras», pues se espera que Rusia duplique su potencial militar y «trate de aplastar al Ejército ucraniano sin tener en cuenta las bajas civiles».
Burns destacó que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha demostrado estar «a la altura del momento con un liderazgo valiente», que los europeos han tenido una «respuesta notable» y que las sanciones de Occidente son «devastadoras» para Rusia.
La Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos dijo este martes que ha podido verificar y documentar que 474 civiles han resultado muertos en la guerra, mientras el Gobierno ucraniano contabiliza más de 2.000.
Más de 2 millones de personas han huido ya de Ucrania desde que empezó la invasión rusa hace 13 días, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
EFE