Las fuerzas de seguridad en Mineápolis (Estados Unidos) arrestaron a unas 150 manifestantes que desafiaron el toque de queda en la primera noche sin violencia desde que estalló la revuelta racial.
La estrategia fue rodear por completo al grupo de manifestantes, que al verse sin salida posible simplemente sucumbieron.
Los uniformados detuvieron a los integrantes del grupo uno a uno sin que se registraran incidentes.
Este era el último grupo que quedaba en las calles de una gran manifestación con miles de personas que a lo largo de la jornada reclamó la detención de los tres expolicías que quedan libres implicados en la muerte del afroamericano George Floyd.
Aunque en un principio parecía que con la desactivación de este grupo se iba a cumplir el toque de queda, a estas horas decenas de personas se están congregando en la esquina de la calle 38 y la avenida Chicago, el punto en que Floyd murió el pasado lunes.
Pese al tono pacífico que tuvo la manifestación de la tarde, esta estuvo marcada por el intento de una persona que conducía un camión cisterna de embestir a las personas que protestaban.
Los manifestantes retuvieron y entregaron a las autoridades al conductor, cuyos motivos para embestir la marcha todavía se desconocen.
EFE