La Corte Penal Internacional (CPI) ha pedido este viernes a Mongolia que coopere con ese tribunal y detenga al presidente de Rusia, Vladímir Putin, en su visita a ese país el próximo 3 de septiembre.
La corte recordó en un comunicado que Mongolia es un Estado Parte del Estatuto de Roma de la CPI y que depende precisamente de sus Estados Partes y otros socios para ejecutar sus decisiones, incluso en relación con las órdenes de arresto.
«Los Estados Partes del Estatuto de Roma de la CPI tienen la obligación de cooperar de conformidad con el Capítulo IX del Estatuto de Roma, mientras que los Estados no Partes pueden decidir cooperar de manera voluntaria», recuerda el tribunal.
Alerta de que «en caso de falta de cooperación, los jueces de la CPI pueden emitir una constatación en ese sentido» e informar de ello a la asamblea de los Estados Partes, que a continuación adoptaría «las medidas que considere apropiadas».
Precisamente este viernes el Kremlin indicó que no teme que Putin sea detenido en Mongolia durante su próxima visita oficial debido a la orden de arresto de la Corte Penal Internacional en su contra y que el país asiático debería ejecutar.
«No, no estamos preocupados (…) Tenemos un magnífico diálogo con nuestros amigos de Mongolia», zanjó el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, al ser preguntado si existían temores respecto a la posible detención del mandatario ruso en el vecino país.
Peskov añadió que «todos los aspectos de la visita ha sido preparados minuciosamente».
Putin realizará el próximo 3 de septiembre una visita oficial a Mongolia, donde se reunirá en Ulán Bator con su homólogo mongol, Ukhnaa Khurelsukh, con quien «intercambiará opiniones sobre las relaciones bilaterales y la cooperación».
Además, participará en un evento conmemorativo por el 85º aniversario de la batalla del río Khalkh, en la que tropas soviéticas y mongolas se enfrentaron a fuerzas japonesas.
Será la primera visita de Putin a un Estado miembro de la CPI desde que este organismo emitiese el pasado año una orden de detención contra el mandatario ruso por presuntos crímenes de guerra en Ucrania, una decisión criticada por Moscú.
EFE