El líder norcoreano, Kim Jong-un, presidió el martes una ceremonia en Pionyang para honrar y despedir a unos 300.000 jóvenes voluntarios que participarán en la "gigantesca campaña de rehabilitación" de las zonas inundadas en el noroeste del país, informaron medios estatales.
El propio Kim fue el que designó a la Brigada de Choque de los Héroes Juveniles de Paektusan para llevar a cabo estas tareas de reconstrucción, según detalla hoy la agencia estatal KCNA.
La nota de KCNA afirma que "en menos de una semana casi 300.000 jóvenes se han presentado voluntarios para ir a las zonas que necesitan recuperarse de los daños sufridos por las inundaciones".
La ciudad de Sinuiju y el colindante condado de Uiju han resultado gravemente afectados por la crecida del río Amnok debido a las fuertes lluvias del monzón, lo que ha anegado unos 4.000 hogares y unas 3.000 hectáreas de suelo cultivable y forzó la evacuación de al menos 5.000 personas, según medios norcoreanos.
El Ministerio de Unificación sureño, encargado de las relaciones con el Norte, ha apuntado a que esta región norcoreana ha podido sufrir un número "considerable" de muertes debido a las inundaciones, aunque no ha ofrecido una estimación.
En la ceremonia del martes, celebrada frente a la Casa de la Cultura 25 de abril de Pionyang, Kim pronunció un discurso para animar a los voluntarios, al tiempo que representantes de la brigada juvenil exhortaron el liderazgo del mariscal norcoreano.
Kim aseguró en su alocución que "semejante voluntariado entusiasta y ardiente nunca se podrá encontrar en otros países y que le gustaría decirle con orgullo al mundo que nuestro país cuenta con semejantes jóvenes".
KCNA equiparó a estos jóvenes con "los defensores del país que fueron voluntariamente al frente en la década de 1950 con ardiente patriotismo", en referencia a la Guerra de Corea (1950-53), y describió la misión de la brigada como "una campaña de construcción revolucionaria gigantesca que dará un completo lavado de cara a parte de nuestro territorio".
Pese a que Pionyang ha tildado la situación de "emergencia", ha rechazado la ayuda humanitaria ofrecida por el Seúl -algo que no sorprende después de el hermético país declara a principio de año a Sur como "principal enemigo"- y también por Moscú, con quien vive una fase de intenso acercamiento.
Llama la atención que China no haya ofertado ayuda públicamente a Corea del Norte, sobre todo teniendo en cuenta que comparte la cuenca del río Amnok, que divide los dos países, y que ambos Estados celebran este año el 75 aniversario del establecimiento de relaciones, lo que hace pensar que los lazos bilaterales pueden estar resistiéndose debido al acercamiento entre el régimen y Rusia.