Corea del Norte disparó hoy un misil balístico al mar de Japón (llamado mar del Este en las dos Coreas), una acción que tiene lugar durante el transcurso de unas maniobras que realiza un portaaviones de Washington en esa zona y en vísperas de que la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, visite Corea del Sur.
«Corea del Norte ha lanzado un misil balístico no identificado al mar del Este», reza un escueto comunicado enviado por el Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano, que no da por el momento más detalles sobre el proyectil.
Este lanzamiento llega después de otro realizado este pasado fin de semana coincidiendo con la llegada a la región del portaaviones USS Ronald Reagan, y un día antes de que Harris llegue a Corea del Sur, donde está previsto que este jueves visite la militarizada frontera entre los dos países.
De hecho, Harris se encuentra este miércoles en Japón, donde visitó hoy la basa de Yokosuka, mayor enclave naval de EE.UU. en el exterior donde la número dos de la Administración Biden reiteró el compromiso de Washington con la defensa de sus socios en la región.
El Gobierno de Japón, por su parte, ha convocado una reunión de emergencia para analizar la información disponible sobre el lanzamiento norcoreano, mientras que la Guardia Costera nipona se encuentra tratando de determinar el punto donde impactó el misil.
El Ronald Reagan tiene su puerto base en Yokosuka y estará hasta mañana liderando unas maniobras conjuntas en la costa oriental surcoreana para las que se han movilizado más de 20 embarcaciones, además de cazas F-18, F-15 y F-16 tanto surcoreanos como estadounidenses e incluso el submarino estadounidense de propulsión nuclear USS Annapolis.
Estos ejercicios buscan enviar un mensaje a Corea del Norte, desconectada del diálogo sobre desarme desde que empezó la pandemia y enfrascada en un plan de modernización armamentística.
La última vez que el Ronald Reagan vino a la península para ensayar escenarios operativos con las fuerzas surcoreanas fue en septiembre de 2017, en plena escalada de tensión tras el último ensayo nuclear norcoreano hasta la fecha.
Seúl y Washington buscan ahora enviar un mensaje de fuerza en un momento en que sus servicios de inteligencia dan por hecho que Pionyang está listo desde hace meses para ejecutar la que sería su séptima detonación nuclear subterránea en su centro de pruebas de Punggye-ri (noreste del país).
EFE