Yoko, el último chimpancé que había bajo cuidado humano en Colombia, fue trasladado este domingo al santuario brasileño de Sorocaba desde la ciudad de Pereira, a donde llegó al Bioparque Ukumarí en 2018 tras haber permanecido en cautiverio durante más de tres décadas en condiciones adversas.
Tras muchos meses de trabajo con las autoridades brasileñas y luego de conseguir todos los permisos requeridos, 'Yoko', que tiene unos 40 años, empezó este domingo finalmente a la que será su casa por el resto de su vida: Sorocaba, una ciudad brasileña que se ha convertido en un refugio para grandes primates que han sufrido "traumas" durante su paso por zoológicos y circos.
"La vida de Yoko ha sido trágica, siendo tan solo un bebé fue víctima de los traficantes de animales", expresó la senadora animalista Andrea Padilla, una de las personas que lideró el proceso de traslado.
El viaje fue cuidadosamente planeado y dura aproximadamente 18 horas, un trayecto en el que estará acompañado por un veterinario del Bioparque para garantizar su bienestar físico y emocional.
Por su parte, el gerente de Ukumarí, Raúl Murillo agradeció a los profesionales, a los cuidadores "a todos los que se enamoraron de Yoko, de su historia, le ayudaron a superar una cantidad de traumas que tenía y, obviamente, son ocho años que no se olvidan fácilmente. Pero hoy, aquí en el Bioparque, lo vamos a conmemorar siendo los mejores tenedores de cualquier especie que pueda venir aquí a habitar en el Bioparque".
Información de EFE