China detuvo en 2023 a 109.000 sospechosos de cometer delitos fronterizos, además de sancionar a 65.000 ciudadanos extranjeros que ingresaron, residieron o trabajaron en el país de manera irregular.
Entre los 65.000 extranjeros sancionados, 26.000 fueron deportados, informó hoy la Administración Nacional de Inmigración del país asiático.
En total, China estudió 58.000 casos en 2023 que acabaron con la detención de 109.000 sospechosos y el desmantelamiento de 2.463 bandas organizadas.
Asimismo, el país informó de que el año pasado detectó 35.000 cruces considerados "ilegales", lo que llevó a la detención de más de 32.000 personas involucradas en delitos transfronterizos relacionados con los juegos de azar y el fraude.
El país también incautó más de 80.000 armas de fuego, explosivos, 8,5 toneladas de drogas, 949 toneladas de materiales relacionados con drogas y mercancías de contrabando valoradas en 760 millones de yuanes (107 millones de dólares).
Este año destacó la "eliminación" de varias bandas criminales sospechosas de realizar estafas telefónicas o cibernéticas desde el norte de Birmania (Myanmar), donde supuestamente formaban parte de grupos criminales que se dedicaban a engañar a ciudadanos chinos desde el país vecino.
Esto llevó a la detención de un total de 79.000 sospechosos de participar en ciberestafas tras la resolución el año pasado de 391.000 delitos relacionados con las telecomunicaciones.
China también informó recientemente de que trabaja con países como Tailandia, Filipinas y Camboya para participar en "misiones internacionales de aplicación de la ley".
Para combatir este tipo de delitos, la Administración china está coordinando a diferentes organismos, entre ellos las autoridades migratorias, los organismos locales, el Ministerio de Asuntos Exteriores, el Tribunal Supremo y la Fiscalía.
EFE.