Las autoridades canadienses están aumentando la presión sobre los antivacunas y grupos radicales que desde hace seis días bloquean el centro de Ottawa para que cesen sus protestas, un día después de que el jefe de Policía de la ciudad advirtiera que puede ser necesaria la intervención del Ejército.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, recogió hoy la frustración de los habitantes de Ottawa. "Se merecen volver a su vida normal", dijo en una rueda de prensa.
Trudeau también criticó a líderes del Partido Conservador, el principal grupo de la oposición en el Parlamento, por estar apoyando a los manifestantes.
"Es un momento de liderazgo responsable por parte de todos los políticos de todas las formaciones para decirles a los manifestantes que es el momento de que la vida en Ottawa vuelva a la normalidad", dijo el primer ministro canadiense.
Las protestas, que se iniciaron como una reivindicación de camioneros opuestos a la vacunación, atrajeron a Ottawa durante el fin de semana a miles de personas del movimiento antivacunas y grupos radicales que se manifestaron frente al Parlamento canadiense.
Algunos grupos han señalado que no abandonarán Ottawa hasta que las autoridades canadienses eliminen todas las restricciones y medidas impuestas para contener la pandemia, y hacen sonar de forma constante día y noche las bocinas de los camiones que bloquean las calles cercanas al Parlamento.
Ayer, el jefe de Policía de Ottawa, Peter Sloly, advirtió de que la situación está rebasando la capacidad de la Policía para actuar y señaló que puede que sea necesaria la intervención del Ejército.
"Esta manifestación ha sido intolerable, sin precedentes. El número de actividades ilegales, peligrosas e inaceptables va más allá de la capacidad para enumerarlas", añadió Sloly.
El alcalde de Ottawa, Jim Watson, calificó en Twitter el apoyo que los manifestantes antivacunas han recibido de destacados miembros del Partido Conservador como "una absoluta vergüenza" al fomentar "esta acción ilegal que causa estrés y dificultades a los residentes".
Las molestias, y en algunos casos el acoso y amenazas, que los residentes de Ottawa están sufriendo a manos de los antivacunas han provocado que algunos ciudadanos estén organizando contramanifestaciones.
Mientras, el alcalde de Toronto, John Tory, declaró este jueves que la mayor ciudad de Canadá se está preparando ante las amenazas del movimiento antivacunas de iniciar una protesta similar este fin de semana en el centro de la urbe.
Tory dijo que hará todo lo posible para evitar que se repitan las imágenes de Ottawa y advirtió de que los manifestantes no podrán bloquear los accesos al parlamento regional, como han amenazado los antivacunas, porque el edificio se encuentra en una zona donde se concentran un gran número de hospitales.
EFE