Cientos de bomberos luchan este viernes por tercer día consecutivo contra un gran incendio forestal en la isla griega de Creta, en el Mediterráneo Oriental, que ya ha causado importantes daños en infraestructuras y ha forzado la evacuación de varios pueblos.
Más de 350 bomberos con 76 camiones, cinco aviones y siete helicópteros cisterna operan en la zona, además de voluntarios y agentes del Ejército y la Policía, mientras que también los municipios y el gobierno regional de la isla han dispuesto vehículos cisterna para ayudar en las tareas de extinción.
El viernes la situación ha mejorado y no existe un frente activo, aunque siguen ardiendo «muchos focos dispersos», lo que aumenta la preocupación de que se reaviven las llamas ya que en la zona soplan fuertes vientos, explicó a EFE una portavoz de los Bomberos.
El incendio se declaró este miércoles en la región de Rétino, en el centro de la isla, y se propagó el jueves con rapidez hacia el este atizado por fuertes vientos, lo que obligó a las autoridades a evacuar nueve pueblos, donde viven más de 1.000 personas.
Pantelis Murtzanos, alcalde del municipio de Amari, donde se encuentra el fuego, señaló este viernes a la agencia estatal de noticias AMNA que el incendio ha causado daños en infraestructuras públicas, como la red de suministro de agua y las red eléctrica.
También recalcó que se ha quemado una vasta área de cultivos, principalmente olivos, «lo que daña considerablemente la economía agrícola de la zona».
«Nadie se va ir de aquí hasta que hagamos nuestro trabajo», acentuó el ministro de Protección Civil de Grecia, Vasilis Kikilias, quien llegó el jueves a la zona afectada, desde donde aseguró que el Estado griego indemnizará a todos aquellos campesinos cuyos cultivos fueron dañados.
El mismo día llegaron también refuerzos de bomberos especializados desde Atenas, además de helicópteros y aviones cisterna desde la isla de Rodas y la localidad de Elefsina, cercana a la capital.
Los meteórologos pronostican que hoy de nuevo soplarán fuertes vientos en el centro de la isla.
Si bien las temperaturas actuales son normales para la temporada, dos olas de calor extremo que sufrió el país en junio y julio, con temperaturas que sobrepasaron en algunas regiones, incluida Creta, los 44 grados, han secado la vegetación, lo que aumenta el riesgo de incendios forestales.
En todo el país, decenas de fuegos se declaran a diario, aunque la mayoría son sofocados antes de que se extiendan.
Según el Observatorio Nacional de Atenas, Grecia vivió en 2024 su mes de julio más caluroso desde que se empezaron a llevar registros en 1960.
La temperatura media se situó en los 27 grados centígrados, 2,9 grados por encima del valor medio registrado el mismo mes entre 1991 y 2020.
EFE