Este fin de semana la taquilla de los cines se fue a negro. El dato que semanalmente sirve para conocer las películas más vistas por el público no registró ninguna venta en EE.UU. por primera vez en su historia, salvo una interrupción de 1994 por un desastre natural.
Aunque la noticia era de esperar, dado que en gran parte del mundo las salas llevan semanas cerradas y hace unos días se clausuraron las proyecciones de la mayor parte de distribuidoras en Estados Unidos, la industria del entretenimiento destacó este lunes esta situación excepcional, que sin embargo tiene una excepción.
Algunos autocines, pensados para ver películas desde los vehículos y muy populares en el siglo XX, continuaron abiertos en EE.UU. y recibieron espectadores, ya que desde sus automóviles no quedaban expuestos al riesgo por contagio del COVID-19.
Sin embargo, esta situación es una representación ínfima de la realidad ya que los establecimientos de este tipo en EE.UU. apenas llegan al centenar, proyectan muy pocas cintas y permanecen como un recuerdo del carisma de otros tiempos, lejos de ser realmente operativos para la gigante industria del entretenimiento.
De este modo, por primera vez el negocio del cine, con sus salas cerradas a cal y canto, se quedó sin el listado semanal de audiencias.
La misma situación se dio en 1994, hace 26 años, pero en circunstancias muy diferentes y con otro final.
Sin embargo, en esta ocasión, si los empleados accedieran al edificio se encontrarían una hoja en blanco, situación que parece que se alargará varias semanas.
Hasta el momento, los casos confirmados de coronavirus en el mundo son más de 332.000 y los fallecidos superan los 14.500, según las últimas cifras proporcionadas por las autoridades sanitarias a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
EFE