Steven Spielberg confesó sufrir de ataques de pánico tras el rodaje de ‘Tiburón’

Cinco décadas después del estreno de Jaws (Tiburón), Steven Spielberg se sincera sobre el impacto que tuvo en su salud mental dirigir la cinta que cambió para siempre el cine de suspenso. A sus 78 años, el legendario director revela en el documental Jaws @ 50: The Definitive Inside Story, de National Geographic, los momentos de ansiedad y agotamiento que vivió tras las cámaras.

Al concluir la filmación en Martha’s Vineyard, Spielberg sufrió lo que describe como un ataque de pánico severo.

“No podía respirar; pensé que estaba teniendo un infarto”, recuerda.

La presión de liderar una producción compleja, con problemas técnicos constantes —especialmente con el tiburón mecánico— y un rodaje que se alargó por meses, terminó pasándole factura emocional.

Aunque contaba con un equipo talentoso, el cineasta sentía que todas las miradas recaían sobre él. La combinación de responsabilidad, expectativas y obstáculos logísticos lo llevó a una crisis.

“Temblaba, estaba fuera de mí. Me echaba agua en la cara intentando calmarme”, confesó.

Aquel rodaje, que continuó incluso después de abandonar la isla con dos meses más de trabajo en los estudios MGM, fue una prueba tan exigente como el océano que representaba. Pero de ese caos nació un clásico.