Elegir varita mágica, comprar túnica para el nuevo curso en Hogwarts, admirar la «snitch» dorada o tomar una cerveza de mantequilla: son algunas de las opciones que tienen los ‘fans’ de Harry Potter en la nueva sede del universo mágico de este personaje en Nueva York.
La tienda de Harry Potter más grande del mundo permite sumergirse en la saga del famoso mago y en su mundo de «bestias fantásticas» con solo atravesar el portal, donde una enorme figura del ave fénix Fawkes recibe al visitante con sus alas rojizas abiertas sobre una sala repleta de ‘merchandising’.
Karl Durrant, vicepresidente y director general de experiencias minoristas de Warner Bros, el mega-espacio de dos plantas situada junto al edificio Flatiron ha dividido sus 1.800 metros cuadrados en áreas que hasta esconden «tesoros» sacados de las películas.
«En la tienda encontrarán doce accesorios auténticos de los filmes: las varitas originales de Harry, Hermione, Ron y Dumbledore, la ‘snitch’ dorada está aquí, el huevo de oro», explica Durrant, quien añade que si se «coleccionan» todos y se «escanean» los códigos QR que incluyen, puede haber sorpresas.
En torno a una escalera de caracol custodiada por un majestuoso «griffin» se abren múltiples posibilidades: hay una estación para elegir varita (o que sea ella la que elige, al estilo de Ollivander’s); objetos de papelería y ropa de las casas Gryffindor, Slytherin, Ravenclaw y Hufflepuff; y una juguetería para los más pequeños.
Más allá de los productos a la venta, el espacio ofrece una experiencia adaptada a la era digital, ya que invita a recorrer un mapa en busca de «llaves encantadas» que se deben introducir en la aplicación del «Harry Potter Fanclub» para desbloquear datos, vídeos y detalles que hacen las delicias de sus devotos.
EFE