Dice Luis Fonsi de sí mismo que es «muy pachanguero para hacer balada pura y demasiado romántico para los temas solo rítmicos», una filosofía que lo ha llevado al punto intermedio, a conectar «los cables de los estilos de diferente manera» y a convertir la música en un idioma común sin fronteras.
Es la fórmula que le ha llevado a mezclar bachata dominicana con reguetón en su última apuesta musical, el tema «Bésame», junto al también puertorriqueño Myke Towers, y la que le condujo a entablar sinergias entre el mundo anglosajón y el latino con Justin Bieber, con Demi Lovato o, más recientemente, con Nicole Scherzinger.
«Y me encantaría trabajar con un grupo de K-pop, porque eso es lo que me gusta, salirme de mi zona de confort, mezclar estilos, colores, sabores… Eso es la música», suscribe en una charla con Efe este músico, que llegó a grabar una versión en mandarín de su éxito mundial «Despacito».
Con la cercanía del verano, Luis Fonsi (San Juan, 1978) reivindica ahora en «Bésame» las ganas de «besar a la gente, de abrazarla y de bailar pegadito» en un contexto aún vigente de pandemia «y de celebrar eso que es tan importante para nosotros, especialmente para los latinos».