En un giro inesperado del caso, la justicia colombiana ha reconocido al cantante Beéle como víctima de violencia intrafamiliar por parte de su expareja, Camila Andrea Rodríguez Ascanio. El fallo, emitido por la Comisaría de Familia de Medellín, se basa en pruebas que revelan un patrón de abuso físico, psicológico, económico y emocional durante los últimos meses de su relación.
Según los documentos judiciales, Beéle, cuyo nombre real es Brandon de Jesús López Orozco, fue sometido a manipulación emocional, control financiero y agresiones físicas. El fallo subraya que la relación estaba marcada por un desequilibrio de poder perjudicial para el artista.
Como resultado, la justicia ha otorgado a Beéle una serie de medidas de protección. A Rodríguez se le prohibió cualquier acción que pueda dañar la integridad o reputación del cantante, incluyendo la difusión de material íntimo. Además, se le ordenó iniciar terapia psicológica para manejar sus impulsos y facilitar la comunicación de Beéle con sus hijos, tanto presencialmente como por videollamada.
La decisión judicial llega en medio de una intensa disputa mediática. El conflicto se hizo público cuando Rodríguez acusó a Beéle de infidelidad y abandono en un pódcast. Tras conocerse el fallo, la expareja reaccionó en sus redes sociales con un enigmático mensaje: “Tiempo al tiempo, esperaré tranquila, sin afán... todo cae por su propio peso”.
Este mensaje, cargado de referencias religiosas, insinúa que podría apelar la decisión y defenderse de la acusación. El proceso de divorcio entre ambos, iniciado en 2024, sigue en curso.
Para los medios colombianos, este caso sienta un precedente importante al dar visibilidad a la violencia intrafamiliar que también pueden sufrir figuras públicas masculinas.
Con información de El Universo