Marruecos tiene en marcha un plan de inversiones en el Sáhara Occidental para convertirlo en un 'hub' del comercio marítimo con los países del Sahel, mejorar su conexión terrestre con Europa y África, y desarrollar la agricultura, las energías verdes y el turismo.
En pleno desierto, 40 kilómetros al norte de Dajla, la ciudad más sureña de este territorio en disputa controlado por Marruecos, se extienden las obras del puerto Dajla Atlántico, construido ya en un 20 % y que se ubicará casi un kilómetro y medio aguas adentro sobre la plataforma atlántica, unido a tierra por un puente.
Este proyecto presupuestado en 13.000 millones de dirhams (1.200 millones de euros) para su primera fase, mostrado a la prensa internacional en un viaje organizado por el Gobierno marroquí, es el más ambicioso de un paquete de inversiones que Marruecos lleva a cabo en la región de Dajla desde el fin de la pandemia.
Uno de los propósitos del puerto es atraer comercio de materias primas del África Occidental y más concretamente del Sahel, dentro del proyecto del rey Mohamed VI de dar una nueva salida al Atlántico a estos países.
La infraestructura, explica su directora de Planificación, Nisrine Iouzzi, tendrá un puerto comercial, otro de pesca y un astillero, y tratará 35 millones de toneladas al año. Será, indica Iouzzi, de tamaño parecido al de Casablanca y "complementario y competitivo, que no en competición, con el puerto de Dakar".
La carretera unirá "Europa, Marruecos y el África Subahariana", apunta Yanja El Jattat, presidente de la región Dajla Oued Addahab, que abarca la mitad sur de la excolonia española con una población de 200.000 personas.
Los empresarios españoles, afirma El Jattat, son los "primeros socios en pesca" en Dajla junto a los japoneses y trabajan con socios marroquíes, al tiempo que "buscan sinergias en agricultura con inversores marroquíes".
Información de EFE