La economía de Filipinas se desplomó un 16,5 % en el segundo trimestre del año, su mayor caída desde la vuelta de la democracia al país en 1986, y entró en recesión arrastrada por la estricta y larga cuarentena para contener la pandemia de Covid-19.
La fuerte caída del Producto Interior Bruto (PIB) filipino entre abril y junio responde al duro confinamiento que el gobierno de Rodrigo Duterte impuso a la isla de Luzón, la mayor y más poblada de Filipinas, que frenó la actividad en el motor económico del país.
El descenso del 16,5 % en el segundo trimestre sigue una caída del 0,7 % en el primero, lo que confirma la entrada en recesión de la economía filipina, algo que no sucedía desde 1991, después de haber crecido a un ritmo anual del 6 % en la última década, según datos divulgados hoy de la Autoridad Nacional Estadística.
EFE/AA