El Banco Central de Venezuela (BCV) aumentó la tasa de interés para las tarjetas de crédito 40% a 60%. Esta tasa de interés anual es la máxima que ahora pueden cobrar a los consumos con los plásticos en cualquiera de las entidades de la banca nacional y constituye el primer incremento de este marcador en más de dos años.
El nuevo aumento de la tasa de interés para las tarjetas de crédito empieza a regir a partir de este mismo febrero de 2021, de acuerdo con el aviso hecho por el BCV y que fue publicado en la Gaceta Oficial N° 42 mil 067 con fecha 11 de febrero de 2021.
La resolución emitida por el BCV también fijó en 17% la tasa de interés mínima que se cobran a los consumos con las tarjetas de crédito.
Mientras que la tasa de interés cobrada por los intereses de mora de las tarjetas de crédito se mantuvo en 3%, para aquellos clientes que se atrasaron con sus pagos en medio de la pandemia del COVID-19.
Esta tasa de interés de 60% se trata de la más alta fijada para las tarjetas de crédito en la era del chavismo. De hecho, es la segunda vez que se revisa este marcador en medio de la hiperinflación en Venezuela, que ya suma tres años consecutivos de vigencia de acuerdo con las estadísticas oficiales.
El incremento de la tasa de interés para las tarjetas de crédito junto a la leve flexibilización del encaje legal bancario hecho en enero pasado son dos medidas que pueden entenderse como un estímulo del BCV para que la banca nacional pueda elevar los límites de las tarjetas de crédito a sus clientes en el corto plazo.
Por ejemplo, la mayoría de los límites de las tarjetas de crédito en el Banco de Venezuela siguen estancados en montos de 5 mil, 8 mil y 10. mil bolívares, que ahora ya no permiten comprar ni un solo producto en el supermercado.
Otras entidades como el Banco Bicentenario en el sector público o Bancaribe en el sector privado sí realizaron ajustes progresivos en los límites de las tarjetas de crédito durante el año pasado, para llevarlos a montos que se mueven entre los 4 millones y los 12 millones de bolívares.
Sin importar si se trata de tarjetas clásicas, doradas o las líneas más exclusivas como la Diners Club o las tarjetas black, los límites máximos de crédito están lejos de aquellos montos que antes les permitieron a los venezolanos financiar la compra de un boleto aéreo internacional o un electrodoméstico como una cocina eléctrica, un televisor o una nevera.
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