El esloveno Tadej Pogacar (UAE Emirates), de 21 años, entró en el libro de oro del Tour de Francia al plantar la primera bandera de su país en lo más alto del podio de París, siendo el segundo más joven de la historia en vestirse de amarillo. El francés Henri Cornet, se impuso en 1904 con casi 20 primaveras.
El nuevo fenómeno del pelotón mundial, quien remató el título el año de su debut con una inolvidable lección en el crono del sábado, se lleva abrochados otros dos maillots además del amarillo, el de puntos rojos de rey de la montaña y el blanco de mejor joven. Tres prendas, lo mismo que hizo Eddy Merckx en 1969.
Un magnífico éxito de un novato que atravesó la meta de riguroso y total color amarillo, bicicleta incluida, y emocionado en los Campos Elíseos, donde se sumó a la fiesta el irlandés Sam Bennett (Deceuninck Quick Step) como vencedor al esprint de la vigésima primera y última etapa, dando brillo al maillot verde que ha ganado 7 veces Peter Sagan, ahora en horas bajas.
Bennett fue implacable en el empedrado de los Campos Eliseos. Levantó los brazos celebrado el doblete, con un tiempos de 2h.53.32, a una media de 42,2 km/h. Ganó el pulso a dos ilustres, el campeón del mundo Mads Pedersen (Trek) y el propio Sagan (Bora Hansgrohe).
Fue el broche de la edición 2020 tras el paseo triunfal de 122 kilómetros de homenaje a Pogacar y todos aquellos que han logrado sobrevivir a las tres semanas al «Tour de la mascarilla».
EFE