A los 99 años falleció este sábado 25 de julio la eterna dama del olimpismo, Flor Isava Fonseca.
La amazona fue la primera mujer dentro del directorio del Comité Olímpico Internacional (COI). Sobre este episodio comentaba: "Cuando me eligieron para la comisión ejecutiva del Comité Olímpico Internacional en 1990 fue un alboroto, eran 11 hombres, era impensable que una mujer iba a estar sentada allí".
El deceso de Flor Isava se conoció vía redes sociales. "Con profundo dolor, el Comité Olímpico Venezolano, su Presidente el profesor Eduardo Álvarez y su junta directiva informa de la partida física de Doña Flor Isava, quien dejó una huella imborrable en la historia deportiva siendo la primera mujer miembro COI".
Flor Isava Fonseca nació en Cumaná el 20 de mayo de 1921.
Del site del COV extraemos que se educó en Francia y Bélgica, donde estudió piano, ballet, pintura, literatura, pero el deporte siempre estuvo presente en su vida, y a su regreso a Venezuela en 1939 se dedicó a la práctica del tenis, la equitación y la natación, disciplina en la que llegó a ser capitana de la selección nacional. “Yo soy una intelectual prestada al deporte, que éste se olvidó de devolver”, solía decir para explicar sus intereses tan disímiles.
En 1947, funda la Federación Venezolana de Deportes Ecuestres y poco después trasciende las fronteras en términos de organización deportiva, al crear la Copa Confraternidad de Amazonas, que lleva a toda la región el Suramericano de Salto Ecuestre.
En 1965 se integra a la Junta Directiva del Comité Olímpico Venezolano, y cuatro años después, a los 48 años, comienza a practicar también golf, un deporte con el que llegaría a ser subcampeona nacional de dobles femeninos y dobles mixtos.
Derribando barreras
“Las mujeres solo tienen una labor en el deporte: coronar a los campeones con guirnaldas”, solía decir el Barón Pierre De Coubertin, creador de los Juegos Olímpicos de la Era Moderna, más por preservar el espíritu de las justas de la Antigüedad que por machismo y discriminación.
Aun así, las mujeres se incorporaron apenas en la segunda edición, París 1900, con 22 competidoras en cinco deportes. Cien años después, en Sydney 2000, la participación femenina solo había alcanzado el 38% de los más de 10 mil atletas inscritos. Entre 1921 y 1934 las damas tuvieron su propia justa, las Olimpiadas Femeninas.Sin embargo, Häggman se vio obligada a renuncia a su posición en 1999, debido al escándalo de Salt Lake City, cuando se descubrió que su esposo había trabajado como consultor de la candidatura de la ciudad para los Juegos Olímpicos de Invierno de 2002, en cuya elección participó ella.
La dirigente venezolana, en cambio, continuó con una carrera impoluta. En 1990 siguió rompiendo barreras, cuando se convirtió en la primera mujer de la historia electa para integrar el Comité Ejecutivo del COI, en el que permaneció un periodo hasta 1994. Luego fue designada Miembro COI Honoraria.
Recibió la Orden del Libertador, Caballero de la Legión de Honor de la República Francesa, Condecoración al Mérito Civil de España y la Orden Olímpica que entrega el COI, entre muchos otros honores, pero el más grande reconocimiento será siempre recordar que su labor marcó un antes y un después en la presencia de la mujer en el deporte olímpico.
En los Juegos de Tokio 2020 el verano de 2021, el porcentaje de participación femenino será de 48,8%, muy cercano al 50% perfecto que se logró en los Juegos de la Juventud de Buenos Aires 2018. Además el COI ha indicado que los 206 Comités Olímpicos Nacionales presentes en la capital nipona deberán tener como mínimo un hombre y una mujer en su delegación, y dio la opción de que los países presenten dos portadores de bandera, uno de cada género.
En cuanto a los miembros COI, casi un tercio de los actuales 102 son mujeres (32 en total), un enorme avance si se toma en cuenta que de los 42 honorarios (que integraron la Sesión del COI en épocas más remotas) solo tres son damas.
Mucho de ese avance refleja la devoción de Flor Isava por organizar el deporte de Venezuela, de Suramérica y del mundo, que la ONU y el COI reconocieron en 2016, cuando la designaron imagen de la campaña Una victoria lleva a la otra, dedicada a promover la igualdad de género en el deporte a través de la formación para el liderazgo de jovencitas de entornos desfavorecidos.
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