Luka Doncic sigue dando pasos de leyenda. Sí, son solo 22 años y aún tiene mucha carrera por delante, pero es que su talento no entiende de edades o momentos; este mago esloveno simplemente juega al baloncesto como si hubiese sido tocado por un ángel.
Tras deslumbrar a todos en un torneo Preolímpico que dominó de principio a fin, ahora llegaba el debut en unos Juegos Olímpicos. Era un reto importante. Doncic aterrizaba con un balance de 13 victorias y 0 derrotas desde que empezó a jugar con su selección –ojo a esto–, pero tener delante a Argentina, la subcampeona del mundo, amenaza su hegemonía en el panorama internacional.
Haciendo lo que siempre hace, lo que sabes que va a hacer pero no puedes evitar, el base de los Mavericks fue una pesadilla para la selección Argentina. Al final del primer cuarto llevaba 17 puntos, al descanso eran 31 y con la bocina final la exhibición alcanzaba los 48. Con tal tormenta perfecta la selección albiceleste no pudo más que capear lo que se le venía encima y minimizar daños, puntualizó nbamaniacs.com.