Por tercer año de los últimos cuatro, por tercera ocasión en la era Diego Simeone y por quinta vez en sus 16 participaciones, el Atlético de Madrid no llegó más allá de los octavos de final de la Copa de Europa o la Liga de Campeones, en contraste con el pasado curso, cuando sí alcanzó la siguiente ronda, aunque fue eliminado por el Leipzig a único encuentro en Lisboa.
Con la indudable influencia de que en esos cuatro cursos no fue primero de su grupo en ninguno de ellos, no es un dato menor para el conjunto rojiblanco, porque no estuvo tampoco entre los ocho mejores de la 'Champions' ni en 2018-19, cuando fue doblegado por el Juventus y Cristiano Ronaldo, ni en 2017-18, cuando fue tercero de su cuarteto grupo y redirigido hacia el título de la Liga Europa, conquistado ante el Olympique de Marsella en el estadio OL de Lyon.
Antes, el Atlético de Simeone había estado sí o sí en los cuartos de final de la Liga de Campeones desde su estreno en 2013-14. Aquella temporada llegó a la final (en cuartos superó al Barcelona por un global de 2-1); en 2014-15 se quedó en cuartos, derrotado en la vuelta por el Real Madrid en el Santiago Bernabéu (1-0), tras el 0-0 de la ida; en 2015-16 también alcanzó la final (en cuartos doblegó al Barcelona por 3-2 en el global); y en 2016-17, las semifinales, cuando fue apartado por el Real Madrid. Entonces jugó los cuartos de final frente al Leicester: 1-0, 1-1 y clasificación.
Ahora, fuera de nuevo en esa ronda, al Atlético sólo le queda la Liga como desafío superior en esta temporada. Era y es su prioridad en esta temporada, porque ha dominado y domina el campeonato, aunque su distancia vaya decayendo con el paso de las últimas jornadas, una vez que tiene al Barcelona a cuatro puntos con 33 por disputarse.
Información de EFE