La alimentación es un factor que podría ayudar a cuidar la próstata. Este órgano puede desarrollar enfermedades como el cáncer de próstata. Si bien no hay una forma de prevención concreta, ciertos hábitos pueden jugar en contra de tu salud.
Según el Centro Médico de California, para evitar esta enfermedad se podría llevar una dieta alta en fibra, frutas, verduras, y baja en grasas saludables y azúcares simples.
Estos son los alimentos que deberías evitar, si es que quieres mantener la buena salud de la próstata:
Carnes rojas y procesadas
Las aminas heterocíclicas son compuestos que se encuentran en los alimentos, como la carne, cuando está en contacto directo con la llama o con una superficie caliente, como cuando se hace a la plancha, en sartén o en una parrilla.
Ciertos estudios han relacionado este compuesto con el desarrollo de cáncer de próstata, además del de mama, hígado, piel, colon y otros órganos. Por el momento, estos estudios solo han sido practicados en animales, y aún no se puede dar una respuesta definitiva sobre la relación entre las aminas y el cuerpo humano.
Lácteos
Consumir leche entera podría aumentar la progresión fatal del cáncer de próstata, según un estudio publicado en el Journal of Nutrition en 2012. El panorama no mejoraría mucho más con las versiones descremadas o semidescremadas de estos productos.
Además de limitar el consumo, siempre puedes probar las versiones veganas de estos productos.
Alcohol
El alcohol en grandes cantidades siempre será malo. Según un estudio practicado en más de 10 mil hombres, el alto consumo de esta bebida aumentaría al doble las posibilidades de ser diagnosticado con las versiones más avanzadas de la enfermedad, comparado con los bebedores moderados.
Es por eso que diversos organismos recomiendan no consumir más de dos bebidas alcohólicas diarias.
Grasas saturadas
Este es otro de los peores alimentos que podemos comer para nuestra salud. Algunos estudios han descubierto la relación entre estos y el cáncer de próstata, pero aún falta confirmar estos resultados.
De todas formas, reducir las grasas saturadas que comes podría evitar padecer enfermedades cardiacas.
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