El Gobierno Nacional expresó su rechazo categórico a la reciente proclama del gobierno de los Estados Unidos, calificándola como una medida anacrónica, violatoria de los derechos humanos e ilegal, dirigida a criminalizar a los migrantes venezolanos.
En un comunicado oficial, el canciller de la República, Yván Gil, denunció que esta acción constituye un "acto infame e injusto", evocando episodios oscuros de la historia de la humanidad, como la esclavitud.
"Denunciamos de forma energética que nuestros compatriotas en Estados Unidos están siendo sometidos a persecución en sus lugares de trabajo, colegios, iglesias, hospitales y espacios públicos", dice el comunicado.
Asimismo, el alto funcionario en represenatación del Gobierno venezolano reafirmó el compromiso de la gestión con la defensa de los derechos de sus ciudadanos en el exterior y condenó cualquier política que atente contra la dignidad y el bienestar de los migrantes. Este pronunciamiento subraya la necesidad de promover un enfoque humanitario y respetuoso hacia la migración en el ámbito internacional.
Igualmente, "Venezuela hace un llamado urgente e inmediato a la comunidad internacional, especialmente a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), para que se movilice en defensa de los derechos de nuestros pueblos y denuncie esta acción aberrante ante el mundo. No es solo un ataque contra Venezuela, es un precedente peligroso contra toda nuestra región. La unidad y solidaridad de nuestra América es la única respuesta posible frente a este intento de segregación, persecución y despojo masivo", advierte.
Con información de VTV