La tormenta Ragasa tocó tierra este jueves en Vietnam, que se prepara para posibles inundaciones en el norte del país, si bien el que ha sido el tifón más fuerte del año se degradó tras azotar el sur de China y dejar casi una treintena de fallecidos en Filipinas y Taiwán.
El Centro Nacional de Pronóstico Hidrometeorológico de Vietnam informó de que la tormenta provocó fuertes vientos en áreas al este y sureste de Hanói, entre ellas Hai Phong, Quang Ninh y Ninh Binh, según recogen medios oficialistas.
El Ejército vietnamita ha movilizado a más de 300.000 efectivos para responder a las situaciones de emergencia que surjan a raíz de la tormenta, según los preparativos anunciados por el Gobierno.
Si bien las autoridades advirtieron de posibles inundaciones en barrios periféricos de la capitalina Hanói, propensos a ellas por su ubicación a orillas del río Bui, de momento no reportaron incidentes.
El Ejecutivo vietnamita no informó sobre evacuaciones preventivas, aunque pidió a los pescadores de las zonas afectadas que evitaran salir a navegar e instó a las compañías de telecomunicaciones a mantener activos sus servicios.
Ragasa, que dejó al menos 17 muertos en Taiwán y una decena en Filipinas, así como importantes daños materiales a su paso por Hong Kong, llegó esta tarde a Vietnam rebajado a tormenta tropical, antes de seguir perdiendo fuerza y desvanecerse el viernes.
«La tormenta (Ragasa) no dejará demasiadas lluvias, pero el peligro radica en que muchos embalses en el norte están llenos de agua debido a la acumulación al final de la temporada» de lluvias, destaca el texto de la reunión ministerial de Vietnam.
El tifón se degradó este jueves a tormenta tropical después de que su centro alcanzara la costa de la provincia meridional de Guangxi, informó el Observatorio Meteorológico Nacional chino.
El ciclón alcanzó la región en torno a las 6:30 hora local (22:30 GMT del miércoles) en el litoral de la ciudad de Beihai, con vientos de hasta 75 kilómetros por hora, con previsión de seguir debilitándose.
Antes de entrar en Guangxi, Ragasa impactó la tarde del miércoles en la provincia vecina de Cantón con rachas de 150 km/h que obligaron a evacuar a más de 2,1 millones de personas, según la agencia Xinhua, y a paralizar buena parte de la actividad económica y el transporte en ciudades como Yangjiang, Shenzhen o la capital provincial, Cantón, con unos 18 millones de habitantes.
EFE