El estado de salud del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay mantiene en vilo a Colombia diez días después del atentado en el que fue gravemente herido a bala en la cabeza, y su apego a la vida lo ha convertido en símbolo de resistencia contra la violencia política en el país.
"Nosotros estamos esperando que Miguel, que está dando su gran batalla por la vida, recupere su estado normal y regrese nuevamente a la vida", dijo este martes a periodistas su tío, el exsenador Julio César Turbay Quintero, a la salida de la Fundación Santa Fe de Bogotá, donde su sobrino está ingresado desde el 7 de junio, día del atentado.
La preocupación por Uribe Turbay, de 39 años y miembro del partido de derecha Centro Democrático, aumentó el lunes cuando, según los médicos, su cuadro "crítico" pasó a "extremadamente crítico" tras ser sometido a dos cirugías, la segunda de ellas de emergencia, tras detectarse que tenía un "sangrado intracerebral agudo".
El parte médico de esta mañana trajo una luz de esperanza para sus familiares y las decenas de personas que día y noche oran por su recuperación a las puertas de la Santa Fe, donde incluso anoche un sacerdote ofició una misa al aire libre por su salud.
Según el único parte médico de hoy, "persiste su condición clínica de máxima gravedad, con pronóstico reservado".
"Está delicado de salud pero con buen pronóstico, creo yo", agregó el tío del político, una fe que comparte con la gente que se releva frente a la clínica para darle apoyo al paciente y a su familia.
EFE / Noticias Venevision