El Gobierno iraquí anunció este domingo que a partir del lunes todas las actividades no esenciales serán suspendidas en el país, así como las operaciones en los aeropuertos, por la tormenta de arena que azota a Irak desde hace unas semanas y que ha provocado la hospitalización de miles de personas.
El Ministerio de Transporte anunció la suspensión de los trabajos en los aeropuertos debido a "la falta de visibilidad", puesto que solo se alcanzará a ver a unos cien metros de distancia e imposibilitará la maniobra de los aviones, según un comunicado.
La suspensión tendrá efecto a partir de este domingo durante todo el lunes y a la espera de que la tormenta remita el martes 24 de mayo, según el Ministerio, que añadió que las zonas del sur de Irak se verán afectadas durante más tiempo.
La secretaría general del Consejo de Ministros anunció en otro comunicado la suspensión de las actividades del sector público, que emplea a alrededor del 60 % de la población activa del país árabe.
Quedan exentas de estas medidas todas las instituciones relacionadas con la sanidad y la seguridad, según la nota.
El portavoz de la Defensa Civil, Yaudat Abdelrahim, dijo que el departamento aumentó su dispositivo de ambulancias en Bagdad y en otras provincias, que han desplegado en "lugares públicos y plazas concurridas para brindar primeros auxilios" rápidamente a la población.
Asimismo, el portavoz del Ministerio de Salud, Saif al Badr, aseguró también a INA que los equipos médicos "están completamente preparados para recibir casos de emergencia".
En las últimas semanas, unas 10.000 personas tuvieron que ser hospitalizadas por asfixia a causa de la tormenta de arena, que previamente ya ha obligado a las autoridades a cesar algunas actividades.
Irak está sufriendo las consecuencias del cambio climático, que se prevé que podría suponer una pérdida del 20 % de sus recursos hídricos para 2050, según el Banco Mundial.