Kristaps Porzingis firmó este miércoles un debut soñado con los Boston Celtics, que conquistaron el Madison Square Garden con una exhibición conjunta ante los New York Knicks del pívot letón y de Jayson Tatum (104-108).
Porzingis, la gran incorporación de los Celtics junto a Jrue Holiday, se lució ante su exequipo (jugó en Nueva York de 2015 a 2018) y sumó como titular 30 puntos (5 de 9 en triples), 8 rebotes y 4 tapones y fue clave en el apretado desenlace del duelo con 9 puntos en los últimos tres minutos.
Triunfo de los @celtics en el Madison ☘️#NBAxESPN pic.twitter.com/jizGmndUIP
— NBA Latam (@NBALatam) October 26, 2023
El pívot formó además una pareja letal junto a Tatum, que torturó a los Knicks con 34 puntos y 11 rebotes.
Con permiso de los Milwaukee Bucks de Giannis Antetokounmpo y Damian Lillard, los Celtics se postulan como los grandes favoritos al anillo en esta nueva temporada de la NBA y arrancaron su campaña con un importante triunfo ante unos Knicks que pelearon hasta el final y que acariciaron una remontada épica en el último cuarto.
No destacaron sus estrellas. Jalen Brunson se quedó en 15 puntos (6 de 21 en tiros) y 6 asistencias mientras que Julius Randle también sufrió en la puntería con 14 puntos (5 de 22), 11 rebotes y 7 asistencias.
Pero su ausencia la llenaron de forma magnífica RJ Barret e Immanuel Quickley, ambos con 24 puntos por cabeza.
En los Celtics, Jaylen Brown 'celebró' su millonaria renovación con un partido discreto (11 puntos y 6 rebotes), Holiday no tuvo demasiado acierto en su primer partido con Boston (9 puntos) y el dominicano Al Horford consiguió 8 puntos y 7 rebotes desde el banquillo.
Imponente Porzingis
Había curiosidad por ver el primer quinteto titular de estos nuevos Celtics y Joe Mazzulla apostó por Holiday, Brown, Tatum, Derrick White y Porzingis reservando a Horford para la segunda unidad.
Tardaron en desperezarse los ataques, como si todavía estuvieran de vacaciones, en un inicio de partido espeso y poco vistoso por ambos equipos (4-9 con 6.57 en el reloj).
Pero Porzingis se encargó de despertar de golpe a todo el Madison Square Garden.
El gigante letón, abucheado por su antigua afición, dejó muy buenas sensaciones, con tres triples y un "alley-oop" además de intimidando en defensa, y cerró el primer cuarto con unos espléndidos 15 puntos que permitieron que los Celtics, que también contaron 10 tantos de Tatum, abrieran hueco ante unos Knicks mustios y sin chispa (18-30).
Frente a la enorme puesta de largo de Porzingis, Randle (3 puntos) y Brunson (0) se dieron la mano en un espantoso 1 de 12 en tiros de campos entre ambos.
Barrett, de lo poco salvable de los Knicks en ese primer periodo, siguió como agitador de los neoyorquinos y, con un triple, colocó a los Knicks pisando los talones a los Celtics (36-40 con 5.45 para el descanso).
Los de Boston fueron a menos y se atascaron en pérdidas de balón y solo Tatum (19 puntos en la primera mitad) acudió al rescate con varias penetraciones de fantasía.
Tampoco los Knicks estaban para tirar cohetes (solo 8 puntos entre Brunson y Randle), pero con la aportación de otros secundarios como Quickley llegaron muy vivos al intermedio (46-51).
Emoción hasta el final
Como si tuviera prisa por solventar el partido cuanto antes, Tatum volvió del vestuario con una fuerza enorme y se lució con 9 puntos seguidos.
En cambio, los Knicks regresaron a la cancha dormidos, concedieron numerosas pérdidas y se asomaron al precipicio ante unos Celtics con muchas facilidades para correr (53-64 con 6.56 por jugarse)
Pero cuando parecía que el partido se les escapaba entre los dedos, los Knicks reaccionaron con un furioso parcial de 10-0, coronado por un triple desde la esquina de Randle, que les metió de nuevo en el encuentro y que encendió a sus fans.
Brunson llegó a empatar el encuentro con todo un mundo por delante (66-66 con 5.19), pero los Knicks se vinieron abajo en el peor momento y cuando el viento soplaba a su favor.
En cambio, los Celtics apretaron los dientes en defensa mientras Tatum descansaba, Horford aportó dos triples providenciales y llegaron al último cuarto con un valioso colchón (73-82).
Sin embargo, Barrett y Quickley no bajaron los brazos y, con un fabuloso parcial de salida 13-4 culminado por un triple de Josh Hart, los Knicks se pusieron por delante por primera vez en toda la noche (86-84 con 8.55 para el final).
Con la emoción -y la polémica arbitral- al máximo, dos triples seguidos de Randle y Quentin Grimes situaron a los neoyorquinos con un +6, pero los Celtics se aferraron a los tiros libres pese a que los fans neoyorquinos protestaron mucho algunas faltas.
La figura de la recta final fue Porzingis, que clavó un puñal envenenado con un triple a falta de 1.29 y que selló con un estreno soñado con una fantástica victoria en Nueva York.
EFE