La FIFA ha hecho público este domingo un extenso comunicado, como respuesta a la investigación penal abierta por el fiscal federal extraordinario de Suiza, Stefan Keller, contra su presidente, Giani Infantino, en el que asegura que “no había ni hay absolutamente razón alguna para iniciar una investigación, porque no ha ocurrido nada delictivo ni por asomo”.
La investigación penal abierta por Stefan Keller, cuya apertura se conoció el pasado jueves, está relacionada con una reunión que Infantino mantuvo con el fiscal general anterior, quien investigaba una trama de corrupción en el fútbol y que renunció el pasado viernes 24 de julio.
Así, la FIFA afirma que “no había ni hay absolutamente razón alguna para iniciar una investigación, porque no ha ocurrido nada delictivo ni por asomo. No existe ninguna prueba concreta en absoluto de ningún tipo de delito penal”.
Además, considera que reunirse con un fiscal “por supuesto que no es ilegal”. “No es ilegal en ninguna parte del mundo”, agrega.
“En la época en que se produjeron las reuniones entre el Presidente de la FIFA y el Fiscal Federal de Suiza, la Fiscalía General de Suiza (OAG, por sus siglas en inglés) estaba llevando a cabo investigaciones sobre más de 20 causas relacionadas con la FIFA; y la FIFA es considerada una parte perjudicada en esos procesos. Por tanto, era totalmente lógico que el Presidente de la FIFA se reuniera con el Fiscal Federal de Suiza”, afirma al respecto.
Sobre el encuentro explica que “las reuniones o contactos entre las partes y los fiscales son una práctica habitual durante una investigación”.
“El asesor jurídico principal de la FIFA y el investigador principal de la OAG también se reunieron periódicamente en varias ocasiones. Se celebraron reuniones de este tipo por todo el mundo, y derivaron, por ejemplo, en más de 40 condenas en Estados Unidos”, señala.
El organismo rector del fútbol mundial informa en la nota de que “la finalidad” de la reunión “fue en todo momento ofrecer el apoyo total de la FIFA a las investigaciones”.
“El Presidente de la FIFA y los oficiales de la FIFA fueron a ver al máximo responsable de la justicia en el país para describir los cambios que se habían producido en la FIFA, y ofrecieron su cooperación de cara a enjuiciar los actos delictivos. El Presidente de la FIFA acudió allí de buena fe y como representante de la FIFA. Esto también forma parte de sus obligaciones fiduciarias como Presidente de la FIFA”, incide.
“En esa época, la FIFA estaba tratando de restablecer la confianza en la institución. Cuando tuvo lugar la primera reunión, Gianni Infantino solamente llevaba 24 días como Presidente de la FIFA. La FIFA se encontraba en una situación desastrosa, y corría el riesgo de ser declarada como una organización criminal por las autoridades estadounidenses. Dentro de ese ambiente tóxico, las relaciones entre la FIFA y la OAG eran sólo uno de los numerosos asuntos apremiantes que tenía que abordar el Presidente de la FIFA”, abunda.
Y señala además que “el Presidente de la FIFA también deseaba explicar las medidas concretas que se estaban tomando para instaurar la buena gobernanza en el seno de la FIFA. Desde el primer día de su mandato, el Presidente de la FIFA ha pretendido mejorar las normas de gobernanza en la FIFA, así como ayudar a las autoridades en las investigaciones sobre los actos delictivos cometidos en la FIFA en el pasado. Los oficiales de la FIFA se han reunido con fiscales en otras jurisdicciones de todo el mundo con exactamente esos mismos fines”.
La FIFA añade que dichas reuniones no eran secretas “de ningún modo”. “La OAG organizaba las reuniones en lugares públicos, como hoteles y restaurantes. El Presidente de la FIFA no elegía los lugares de las reuniones. Todas las reuniones las programaba oficialmente la OAG con mucha antelación, y aparecían en sus agendas”, comenta.
“Ningún reglamento de la FIFA ni ninguna ley obliga al Presidente de la FIFA a conservar actas de ese tipo de reuniones”, precisa.
Sobre los motivos de la apertura de esta investigación por parte de Stefan Keller, la FIFA dice: “En primer lugar, Stefan Keller no ha presentado ningún elemento evidente ni ningún fundamento jurídico para justificar la apertura de una investigación. Tampoco dispone de ningún detalle que entre en el fondo del asunto. Además, la investigación se abrió sin consultar siquiera al Presidente de la FIFA primero, con el fin de pedir una explicación”.
“La FIFA no ha tenido acceso al expediente de Stefan Keller, aunque parece que las denuncias anónimas que le llevaron a abrir su investigación se han distribuido a los medios de comunicación”, añade.
“Para que conste, la FIFA y el Presidente de la FIFA desmienten categóricamente toda insinuación o alusión según la cual el Presidente de la FIFA habría intentado en algún momento ejercer cualquier tipo de influencia indebida sobre el Fiscal Federal de Suiza. Reunirse con un fiscal es la mejor garantía de que una reunión de ese tipo es legítima, porque si llegase a haber el más mínimo indicio de acto indebido, un fiscal debería intervenir, e intervendría inmediatamente para denunciarlo. Para él se trata de una obligación jurídica y profesional”, insiste el oraganismo.
La FIFA recuerda además que “estas reuniones ya fueron investigadas por otro fiscal especial con motivo de una investigación relativa a Rinaldo Arnold. Esa investigación se cerró y no se presentaron cargos en ningún momento”.
“Las reuniones también las examinó la Autoridad Supervisora de la OAG en el marco de un procedimiento disciplinario contra el Fiscal Federal de Suiza, y tampoco se derivó ningún proceso penal de aquello. Por consiguiente, las autoridades federales y cantonales suizas ya han examinado precisamente los mismos hechos, y ninguna de ellas ha concluido que hubiese ninguna razón para abrir una investigación penal de oficio”, continúa la FIFA.
La FIFA también afirma que el Presidente de la FIFA “ya explicó el trasfondo de las reuniones durante la investigación contra Rinaldo Arnold mencionada anteriormente y que se cerró sin presentar cargos. En esa misma ocasión, la FIFA reveló toda la información de la que disponía relativa a esas reuniones, incluida toda la correspondencia pertinente”.
“Además, el Presidente de la FIFA proporcionó más detalles sobre las reuniones en una carta enviada al Presidente de la Autoridad Supervisora de la OAG”, comenta.
También quiere aclarar que el Presidente de la FIFA “en ningún momento negó la existencia de ninguna reunión”.
Al insistir sobre los motivos de la apertura de esta nueva investigación, la FIFA dice: “básicamente, porque se presentaron unas denuncias anónimas en el cantón de Berna.
“Al no conocer el contenido de esas denuncias, solamente podemos especular sobre los motivos por los que se presentaron, pero objetivamente han causado un perjuicio considerable a la FIFA y a su presidente, Gianni Infantino, pese a que no tienen fundamento alguno”, afirma.
“Por último, conviene señalar que el derecho suizo prevé un umbral sumamente bajo para la apertura de una investigación como consecuencia de cualquier denuncia, aunque esta sea anónima”, aclara la FIFA.
Sobre la Comisión de Ética de la FIFA, ésta seña: “a Comisión de Ética es un órgano independiente de la FIFA, y realizará su trabajo de manera independiente. Por lo general, la Comisión de Ética no se pronuncia sobre los procedimientos en curso, actuales o potenciales”
Para terminar, señala que el presidente “seguirá ejerciendo plenamente sus funciones en el seno de la FIFA y asumiendo sus responsabilidades. Y al mismo tiempo, seguirá cooperando con las autoridades de Suiza y de todo el mundo”.
El fiscal federal extraordinario de Suiza, Stefan Keller, abrió el jueves pasado, 30 de julio, una investigación penal contra el presidente de la FIFA, Giani Infantino, relacionada con una reunión que éste mantuvo con el fiscal general anterior, quien investigaba una trama de corrupción en el fútbol y renunció el pasado viernes.
El exfiscal general, Michael Lauber, había lanzado una extensa investigación sobre corrupción en el fútbol, que involucraba a la FIFA, que tiene sus cuarteles generales en la ciudad suiza de Zúrich.
Keller cree que se pudieron cometer varios delitos, incluidos abuso de poder, violación del secreto al que están obligados los funcionarios públicos, asistencia a infractores e incitación a tales actos.
Lauber e Infantino se reunieron a mediados de 2017 en Berna, pero ambos dijeron posteriormente que no recordaban esa conversación.
Una corte federal respaldó el pasado viernes una acusación de falsedad contra Lauber, que poco después anunciaba su renuncia.
Keller también solicitó el jueves al Parlamento que levante la inmunidad de Lauber para investigarlo de la misma forma que al resto de implicados.
Los expresidentes de la FIFA, Sepp Blater, y de la UEFA, Michel Platini, también forman parte de las investigaciones sobre corrupción en el fútbol que empezaron en 2014.
La entidad que supervisa la Oficina del fiscal general de Suiza recordó que en todos los casos se aplica la presunción de inocencia.