El uso masivo de artemisa en el norte de China para frenar la desertificación ha provocado un aumento significativo de los casos de rinitis alérgica estacional, informó el diario hongkonés South China Morning Post.
La planta, resistente y de bajo coste de cultivo, se ha empleado durante décadas en programas de control de la erosión eólica como el 'cinturón verde' chino, pero sus efectos colaterales sobre la salud comienzan ahora a documentarse con mayor detalle.
Un equipo de investigadores de la Universidad Jiaotong de Xi’an y del Instituto de Investigación Forestal de Yulin identificó cinco compuestos volátiles en el polen de la artemisa capaces de desencadenar reacciones inmunológicas. Los hallazgos fueron publicados en la revista Journal of Hazardous Materials.
Según los científicos, estas sustancias se acumulan conforme avanza el verano y alcanzan su máxima concentración entre agosto y septiembre, lo que coincide con el pico de casos de fiebre del heno en ciudades como Yulin, situada en la región más septentrional de la provincia de Shaanxi.
Allí, la masiva reforestación con artemisa ha logrado reducir el avance del desierto de Mu Us, pero también ha convertido a las alergias en una prioridad de salud pública desde al menos 2019.
El fenómeno se extiende también a otras zonas del norte del país, como Mongolia Interior o Gansu, donde residentes reportan síntomas recurrentes cada otoño.
En Yulin, las autoridades locales han prometido introducir mayor diversidad vegetal en futuras campañas de reforestación.
La noticia llega pocos meses después de que China anunciase la culminación de un 'cinturón verde' de 3.046 kilómetros que rodea por completo el desierto de Taklamakán, en la región de Xinjiang, tras más de 40 años de trabajos.
Este anillo de vegetación en el mayor desierto de China y el segundo dinámico más grande del mundo, según la UNESCO, ha contribuido a contener las dunas móviles y estabilizar los ecosistemas frágiles de la zona, de acuerdo a las autoridades locales.
En paralelo, Pekín ha intensificado su cooperación con Mongolia para abordar conjuntamente las tormentas de arena que cada primavera afectan al norte de China, y ha creado un centro binacional de lucha contra la desertificación.
Durante una visita a la región de Mongolia Interior en junio del 2023, el presidente chino, Xi Jinping, pidió “nuevos milagros” ecológicos, instando a consolidar la “barrera verde” y advertir sobre los efectos del pastoreo excesivo y el cambio climático.
EFE / Noticias Venevision